Estamos viviendo una de las mayores crisis del transporte marítimo de la historia, varios factores se han juntado para crear una tormenta perfecta en el comercio mundial que ha provocado escasez de algunos productos y un incremento de precios.
En este artículo explicamos en qué consiste y qué le está haciendo a tu bolsillo la ya bautizada crisis de los contenedores.
1. ¿En qué cosiste?
Le pusieron ese nombre porque uno de los factores principales que desencadenaron esta crisis es precisamente la escasez de contenedores, lo que se traduce en poco espacio disponible para transportar los productos de Asia a Occidente y precios de fletes disparados.
Hay exportadores que están semanas esperando por contenedores disponibles para transportar su carga y esto ha hecho subir los precios, llegando a costar casi el doble de lo habitual, según reporta el experto en economía marítima de la Universidad de Plymouth, Stavros Karamperidis. Aunque suene un poco contradictorio no se trata de que no existan físicamente esos contenedores, sino que no están donde tienen que estar. Pues llegaron barcos con cientos de miles de contenedores con mercancías hasta puertos de América y Europa y debido a las restricciones de la pandemia no pudieron volver a cargar los contenedores con nuevos productos para llevarlos de regreso a Asia. Por lo que muchos contenedores están ahora amontonados en algunos de esos puertos en Europa y América.
El segundo factor que ha contribuido a esta crisis de transporte tiene que ver con interrupciones en la fluidez del tráfico marítimo. Por un lado, la temporada de tifones llevó a varios puertos chinos a cancelar sus operaciones. Y por otro está el cierre temporal de algunos puertos en China por medidas para controlar la pandemia. Hay que tener en cuenta que China tiene 8 de los 10 puertos más activos del mundo, que ahora mismo están funcionando a una capacidad muy inferior a lo normal debido a las restricciones del COVID.
Como el mercado tiene una dinámica de reacción en cadena, esto ha generado una congestión de barcos que esperan en largas filas para desembarcar su mercancía. Y eso ha creado cuellos de botella en los mayores puertos internacionales, como muestra este mapa tomado de -Marine Traffic- que mide el tráfico marítimo en tiempo real y resalta en rojo las zonas congestionadas.
El tráfico también ha aumentado porque los importadores más grandes que se resisten al incremento del precio del flete de las compañías navieras están alquilando sus propios barcos para transportar su mercancía y esto se traduce en un número mayor de barcos en tránsito. Esta sería la punta del iceberg de esta crisis. No solo se trata de la escasez de contenedores o del tráfico excesivo, sino que hay un tercer factor: hay empresas chinas que están fabricando menos, según destaca Carlos Restaino, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes. Esto por las estrictas medidas que ha impuesto China para evitar nuevas olas del virus. Así, cuando se detecta un brote en algún lugar la producción se hace más lenta, lo que provoca un retraso en la entrega de mercancía. Y lo mismo ha ocurrido en países que son grandes productores como India, Vietnam o Bangladesh. Como efecto dominó, cada vez que se cierra una fábrica o un puerto, el producto no puede ser importado y algún consumidor como tú o como yo nos quedamos sin ese producto.
1. ¿Cómo afecta a tu bolsillo?
La pregunta es: ¿Qué le está haciendo todo esto a tu bolsillo?
Bueno, la primera repercusión es que ese ha disparado el precio del transporte de mercancía o fletes y con ello han subido los precios de los productos. Y es que ese aumento ha sido drástico. Para ponerlo en cifras: en septiembre de 2020 un flete de China a Estados Unidos costaba unos USD$4.000. Un año después cuesta más de USD$20.000.
En 1 año el precio se ha más que cuadriplicado. Aún mayor es el aumento del precio del flete de China al norte de Europa, pasó a más de USD$2.000 a más de USD$14.000. Cuesta casi 7 veces más.
En América Latina la situación varia según cada país y los precios cambian sustancialmente cuando se trata de una empresa pequeña con poco poder de negociación o un gigante que consigue tarifas por volumen. Por ejemplo, el costo del flete de un contenedor entre Shanghái y América del Sur antes de la pandemia era de unos US$2.000 promedio, y ahora está a más de US$7.000. según estimaciones del Banco Internacional de Desarrollo.
Y un dato clave: alrededor del 80% de los bienes que consumimos en el mundo se transporta por vía marítima, según las estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Así que estamos hablando que hay una afectación en una parte considerable de los productos que consumimos de manera cotidiana. Como le dijo el profesor de la Escuela de Negocios de Harvard Willy Shih, a BBc Mundo, alguien tendrá que pagar por estos costoso logísticos y posiblemente seremos los consumidores. Ya hay empresas que están viendo cómo aumentan los precios de sus proveedores por la subida del precio de los fletes y de la importación. Pero además de esto, habrá empresas pequeñas que no sobrevivan a esta crisis o que se pongan en serios aprietos económicos. Con las navidades a la vista, muchos expertos vaticinan que será difícil hacerle frente a la demanda. Y más a largo plazo es difícil predecir qué va a pasar. Si la pandemia y la aparición de nuevas variantes continúan haciendo estragos y la situación con el tráfico marítimo no mejora es probable, según el análisis de algunos economistas, que continúen aumentando los precios y también los cuestionamientos que ya existen a la dependencia de los productos de China.
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